(o cómo levantarte a esa mina que te gusta con tu walkman)
Siguiendo con los artículos que nos van a cambiar la vida, publico otro sacado del número 4 de la revista española Atlántida, que primero subí al foro Esotérico de psicofxp.com y luego a mi blog anterior. Nótese la objetividad (???) de los datos porcentuales.
Radiónica - La nueva magia
La Radiónica, también llamada Magia de las Ondas, es la evolución lógica de la utilización de la magia en el siglo XXI. Con elementos comunes, aunque no tradicionalmente mágicos, aprenderemos a utilizar la magia para los más diversos aspectos de nuestra vida.
Magia moderna
Está más que demostrado que fenómenos como la corriente eléctrica, la luz, la onda de radio, la corriente de agua, etc., van acompañados por una emisión de energía que se puede manipular mediante diversos métodos, entre ellos la magia.
El hecho de utilizar esta energía en forma de ondas mediante sencillos aparatos de la vida moderna y actuar a distancia sobre nosotros mismos o los demás para curar, seducir, perfeccionar o influir en el destino es lo que se denomina Radiónica. Es la magia moderna.
La estamos utilizando a diario, seguramente sin darnos cuenta, con todos los aparatos y útiles que nos rodean en nuestra casa, puesto de trabajo o cualquier lugar de la sociedad actual.
La Radiónica se caracteriza porque es práctica, barata y fácil de usar. Además, puede utilizarse prácticamente para todo y está al alcance de todos.
Así pues, podremos practicar magia sin necesidad de complicados rituales ni caros objetos antiguos de poder. Con la nevera, el microondas, el magnetófono, la lámpara, el horno, una planta, etc., pobremos confeccionar los hechizos que queramos para conseguir aquello que deseamos, ya sea para protegernos a nosotros y nuestra casa o trabajo, seducir a la persona que amamos, alejar la negatividad...
Les proponemos tres sencillos ejercicios para practicar la Radiónica.
Ejercicio 1: Congelar enfermedades
Afecciones como inflamaciones, fiebres o dolores de cabeza, se suelen aliviar enfriando la zona afectada con hielo. Asimismo, hablamos de "enfriarnos" cuando estamos alterados, nerviosos o incluso agresivos. Para conseguir enfriar a alguien que lo necesite, seguiremos el siguiente método:
Material necesario:
- El congelador del frigorífico de nuestro domicilio.
- Un molde para cubitos de hielo o una fuente para congelar alimentos.
- La foto de la persona a la que queremos calmar.
- Positividad y buena disposición.
Metodología:
1. Llene de agua la fuente o molde hasta la mitad de su capacidad.
2. Sumerja la foto dejando el lado de la imagen cara arriba.
3. Introduzca en el congelador el conjunto.
Efectos:
En los dolores de cabeza, el 50% de los casos remite en los primeros 30 minutos. En el resto de las afecciones, se da un 80% de eficacia en las primeras 72 horas.
Nota:
Pasada la afección o dolor, retiraremos el conjunto del frigorífico. Una vez se descongele el agua, lavaremos la fuente o molde a fondo. Destruiremos la foto rompiéndola en pedazos y tirándola a la basura.
Ejercicio 2: Seducir a través de objetos
Él o ella nos gusta, somos amigos, nos llevamos bien... y queremos concretar la relación hacia algo más que la amistad. Podremos seducirle siguiendo este sencillo método:
Material necesario:
- Un magnetófono con auriculares y una cinta de cassette virgen.
- Cinta adhesiva.
- Papel y lápiz.
- Un objeto personal de la persona a seducir.
- Sinceridad en nuestras acciones.
Metodología:
1. Anotaremos en el papel las palabras que quisiéramos decirle a la cara a la persona para seducirla.
2. Una vez bien redactadas, grabaremos en el magnetófono esas palabras, con total sinceridad y como si de verdad estuviera ante nosotros. El mensaje no debería durar más de diez minutos ni menos de cinco.
3. Conectaremos los auriculares al aparato, los engancharemos al objeto de la persona con cinta adhesiva y pulsaremos el "play", de manera que nuestros pensamientos sinceros quedarán "grabados" mediante las ondas al objeto. En cuanto la persona entre en contacto con el objeto, tendrá el mismo efecto que si le estuviéramos declarando nuestro amor.
Efectos:
El 80% de las personas son sensibles a la Radiónica, por tanto, si hemos medido bien nuestras palabras...
Nota:
Un buen método pasa por escoger un objeto personal que regalaremos a la persona y que lleve durante mucho tiempo encima. Por ejemplo, joyas, prendas de vestir, etc.
Cuando hayamos efectuado la práctica, guardaremos la cinta en un lugar seguro y secreto de nuestro hogar. Si la relación se deteriora, podemos volver a utilizar estas palabras mágicas o, incluso, grabar encima unas nuevas, según lo exijan las circunstancias.
Ejercicio 3: Recuperar la pasión e incrementar la libido
Hay situaciones en esta vida que nos dejan "fríos" cuando quizá se espera de nosotros un poco más de apasionamiento. Y eso vale también para los demás. Hay personas que a veces no saben mostrar sus sentimientos por timidez o extremo pudor, y quien no se atreve a cumplir con sus sueños o a decir lo que piensa por el mismo motivo. Con este ejercicio intentaremos dar un empujoncito a nuestra personalidad y dejar que la pasión y la determinación, o al menos algo de simple calidez, nos haga las cosas más fáciles. Este ejercicio también sirve para aumentar la libido en la persona que deseamos influir.
Material necesario:
- Un vaso.
- Agua.
- Un horno microondas.
- La foto de quien necesita más pasión o pulsión sexual.
- Buena disposición y sentimientos.
Metodología:
1. Llenaremos el vaso de agua dos tercios de su capacidad.
2. Introduciremos la foto en vertical, con la imagen hacia el exterior y la sumergiremos en su totalidad.
3. Meteremos el conjunto en el microondas y lo calentaremos como si de una bebida se tratase (un café, por ejemplo) pero nunca a más de 100 grados (queremos pasión, ¡pero sin quemarnos!).
4. Lo calentaremos cada día a la misma hora hasta que creamos que ya no es necesario.
Efectos:
Visibles en el 60% antes de 72 horas.
Nota:
Cuando creamos que ya no necesitamos motivarnos o "calentarnos" más, vaciaremos el vaso en el fregadero y lo lavaremos a fondo. Conservaremos la foto en un lugar secreto, pero sin volver a utilizarla, al menos durante todo el tiempo que conservemos el microondas en nuestro poder. Si cambiamos el electrodoméstico, ya podremos destruirla y tirarla a la basura.
Fuente: revista Atlántida, número 4
domingo
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