Lo loco es que una de las (tantas) cosas que me sacaban de quicio del otro trabajo era que todo estaba estipulado por horarios: a las 12 cambio de DVDs, a las 14 cambio de casetes, a las 16 empezaba tal programa en tal canal, a las 17 tenía que poner a grabar tal radio, a las 18 tenía que cambiar casetes y DVDs, a las 19:30 tenía que dejar de grabar la radio que ponía a las 17... etcétera. Creía que me iba a sacar de encima esa cronometrización (!!!!!?) de mi vida, pero el Universo, evidentemente, tiene otros planes. Ahora, en mi trabajo nuevo, cada vez que levanto la cabeza...
... tengo 5 relojes haciendo tic tac tic tac tic tac (lo peor es que soy el único que escucha el ruido mecánico de esos malditos)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario